Desde mi infancia soy una soñadora con una imaginación acusada. Vivo al día y me encanta soñar despierto. Se trata de una signatura de relajación y inspiración para mí, porque fantasías y sueños son ricos en ideas y creatividad. Pero en la vida no todo sale según el plan, y a menudo sueños siguen sólo sueños. Desde yo mismo hice el reto vivir en Barcelona, he hecho muchos pensamientos sobre mi personalidad. Mis sueños del día no solo tratan de coloridas fantasías sobre mi futuro, sino también de mi pasado. He empezado digerir mis experiencias y me afronta mis miedos más grandes, mis propios pensamientos.
‘Incomodarse‘ es una forma de terapia para combatir mis fobias personales.